Otra vez pude disfrutar de una salida a bonitos
con el amigo Ángel y Fran.
Quedaban ya pocas salidas a los bonitos y hasta por
un momento pensé que este año no podría ir ...
... pero se juntaron los factores adecuados y en un plis-plás
ya estaba yo en la autovía del Cantábrico...
No era un viaje más, lo sabía y así fué.
La estancia la calificaría de ensueño, con los picos eses
en la parte de atrás y a escasos metros del mar ... Llanes
Y por si esto no era suficiente ... teníamos por delante
una jornada en busca de los bonitos a spinning.
El plan se basaba en buscarlos a la cacea y en cuanto
tuviésemos una aferrada, pues hierros abajo o poppers a dolor.
Dicho y hecho ... al poco de soltar las caceas, ya estábamos aferrados
con unos monos (bonitos pequeños) y lo que era mejor, la
sonda cantaba mucho pescado entre los treinta y sesenta metros.
Insistimos e insistimos pero no querían ... grrrr !!!!
Volvímos a largar caceas, volvíamos a aferrar y volvíamos a hacer
lo mismo ... y nada de nada ... GRRRR ... y así fuimos pasando
el día (hasta un total de quince horas ... ji, ji, jiii ...).
Unos delfines que me acompañaron en mi guardia nocturna, una
hermosa ballena y sabe diós cuantas risas, fueron
el broche de oro a una jornada preciosa.
Agradecer a Ángel y Natalia, su hospitalidad, con la cual espero
corresponder cuando tenga el placer de veros por aquí.
Muchas gracias por todo meu